6 Cuando Abiatar, hijo de Ajimélek, huyó a donde David, descendió
también a Queilá, llevando en su mano el efod.
7 Se avisó a Saúl que David había entrado en Queilá y dijo: «Dios lo
ha entregado en mis manos, pues él mismo se ha encerrado yendo a
una
ciudad con puertas y cerrojos.»
8 Llamó Saúl a todo el pueblo a las armas para bajar a Queilá y cercar
a David y sus hombres.
9 Supo David que Saúl tramitaba su ruina, y dijo al sacerdote Abiatar:
«Acerca el efod.»
10 Dijo David: «Yahveh, Dios de Israel, tu siervo ha oído que Saúl
intenta venir a Queilá para destruir la ciudad por mi causa.
11 ¿Descenderá de verdad Saúl como tu siervo ha oído? Yahveh, Dios
de Israel, hazlo saber por favor a tu siervo.» Yahveh respondió: «Bajará.»